36 Criptón

Kr

Valencia: 
Estado de oxidación:	
Electronegatividad:
Radio covalente (Å):
Radio iónico (Å):
Radio atómico (Å):
Configuración electrónica:
Primer potencial de ionización (eV):
Masa atómica (g/mol):
Densidad (g/ml):
Punto de ebullición (ºC):
Punto de fusión (ºC):
Descubridor:
Espectro de emisión del criptón
Espectro de absorción del cripton

El criptón, representado por el símbolo Kr y situado en el grupo 18 de la tabla periódica, es un gas noble. Su nombre, derivado de la palabra griega «kryptos», que significa «oculto», refleja su descubrimiento y las características que lo hacen único en el reino de los elementos químicos.

Descubierto en 1898 por Sir William Ramsay y Morris Travers en Londres, el criptón se encontró como un componente del aire, aunque en cantidades extremadamente bajas. Este descubrimiento fue significativo, ya que llenó un vacío previsto en la tabla periódica entre el argón y el helio, y abrió la puerta a nuevas investigaciones en el campo de la química.

La obtención del criptón es un proceso complejo que implica la licuefacción del aire y la destilación fraccionada para separar este gas de otros componentes atmosféricos. A pesar de su presencia escasa, el criptón tiene propiedades físicas y químicas notables. Es incoloro, insípido e inodoro en su estado gaseoso y presenta una reactividad química muy baja, lo que lo hace ideal para ciertas aplicaciones industriales y científicas.

En la industria, el criptón se utiliza principalmente en la iluminación, ya que emite una luz blanca brillante cuando se excita en un campo eléctrico. Esta propiedad lo hace valioso para lámparas de alta precisión y equipos de iluminación especializados. Además, el criptón tiene aplicaciones en la medicina nuclear, donde algunos de sus isótopos radioactivos se utilizan en diagnósticos y tratamientos.

Desde el punto de vista de la salud, el criptón es generalmente considerado seguro debido a su inercia química. Sin embargo, como con cualquier gas, debe manejarse con precaución para evitar la asfixia en espacios cerrados o la exposición a concentraciones altas, que podrían desplazar el oxígeno necesario para la respiración.

El criptón también ha tenido un papel histórico en la definición de unidades de medida. Entre 1960 y 1983, el metro se definió como la longitud de 1,650,763.73 longitudes de onda de la línea espectral naranja-roja del isótopo kriptón-86, lo que demuestra la precisión y la estabilidad de sus propiedades espectrales.