Valencia: Estado de oxidación: Electronegatividad: Radio covalente (Å): Radio iónico (Å): Radio atómico (Å): Configuración electrónica: Primer potencial de ionización (eV): Masa atómica (g/mol): Densidad (g/ml): Punto de ebullición (ºC): Punto de fusión (ºC): Descubridor:
El cinc: Un elemento esencial desde su descubrimiento hasta sus aplicaciones en la salud
El cinc, conocido también por su símbolo Zn, es un elemento químico metálico que juega un papel crucial en nuestra vida cotidiana y en la industria. Su nombre proviene del alemán «Zink», que podría derivar de «Zinken» que significa «dientes» o «picos», haciendo alusión a la forma filosa del mineral calamina, donde se encuentra abundantemente este elemento.
Descubierto en su forma pura en los años 1742 y 1746 por Anton von Swab y Andreas Marggraf respectivamente, el cinc ha sido conocido por la humanidad desde tiempos antiguos, incluso antes de que se comprendieran sus propiedades elementales. Los objetos de latón con alto contenido de cinc encontrados en la región de Transilvania y el uso del aurichalcum por los romanos son testimonios de su larga historia.
Desde el punto de vista químico, el cinc es un metal relativamente reactivo, divalente en la mayoría de sus compuestos, y reacciona con ácidos liberando hidrógeno y formando cationes Zn 2+. Es también soluble en soluciones alcalinas fuertes para formar tetrahidroxozincatos (Zn[OH]4 2-). Además, posee una llama característica azul verdosa al encenderse y es capaz de oxidarse en presencia de aire húmedo.
En cuanto a sus propiedades físicas, el cinc es un metal plateado o grisáceo, maleable y dúctil, que se destaca por ser un excelente conductor del calor y la electricidad. No es ferromagnético y tiene un punto de fusión de 419,5 °C y un punto de ebullición de 907 °C. Su densidad es mayor que la del agua, lo que lo hace sumamente útil en diversas aplicaciones industriales.
La obtención del cinc se realiza principalmente a través de la vía seca, ideal para minerales con alto contenido de hierro, donde se procesa el mineral para extraer el cinc en su forma metálica.
Pero más allá de su importancia industrial, el cinc es esencial para la salud humana. Presente en muchos procesos a nivel cerebral y en todos los tejidos y líquidos corporales, se considera uno de los antioxidantes más potentes. Las funciones de este nutriente esencial son vitales para el crecimiento y desarrollo celular, el sistema inmunológico, la división celular, la formación del ADN y las proteínas, así como en la percepción de olores y sabores.
Una ingesta adecuada de cinc contribuye a mejorar la capacidad del organismo para aliviar la inflamación y tiene un papel fundamental en la regeneración de los tejidos celulares y en la síntesis del ADN. Forma parte activa de las enzimas que intervienen en el metabolismo de las grasas, las proteínas y los hidratos de carbono. Además, es crucial para el correcto funcionamiento del sistema inmunológico, promueve la cicatrización de heridas y neutraliza los radicales libres que pueden dañar las células de la piel.