86 Radón

Rn

Valencia: 
Estado de oxidación:	
Electronegatividad:
Radio covalente (Å):
Radio iónico (Å):
Radio atómico (Å):
Configuración electrónica:
Primer potencial de ionización (eV):
Masa atómica (g/mol):
Densidad (g/ml):
Punto de ebullición (ºC):
Punto de fusión (ºC):
Descubridor:
Espectro de emisión del radón
Espectro de absorción del radón

¿Qué es el radón y cómo afecta a nuestra salud?

El radón es un gas noble radiactivo que se forma por la desintegración del radio. Es el segundo causante de cáncer de pulmón después del tabaco, y se estima que provoca unas 20.000 muertes al año en Europa. En este artículo te contamos qué propiedades tiene el radón, de dónde proviene, cómo se mide y qué aplicaciones tiene en la ciencia y la industria.

Propiedades del radón

El radón es un gas incoloro, inodoro e insípido que tiene una vida media de unos 3,8 días. Esto significa que cada 3,8 días la mitad de los átomos de radón se desintegran emitiendo partículas alfa, que son núcleos de helio con una alta energía. Estas partículas pueden dañar el ADN de las células y provocar mutaciones que pueden derivar en cáncer.

El radón es el elemento más pesado de los gases nobles y tiene una densidad de unos 9,73 kg/m3 a 20°C y una atmósfera de presión. Su punto de fusión es de -71°C y su punto de ebullición es de -61,7°C. El radón es soluble en agua y en algunos compuestos orgánicos como el alcohol o el benceno.

Fuentes de radón

El radón se origina por la desintegración del radio, que a su vez proviene del uranio. El uranio es un elemento que se encuentra en la corteza terrestre y que tiene una vida media de unos 4.500 millones de años. El uranio se desintegra en una serie de elementos radiactivos hasta llegar al plomo, que es estable. El radio es uno de los elementos intermedios de esta serie y tiene una vida media de unos 1.600 años.

El radio se encuentra en las rocas, el suelo y el agua subterránea, y cuando se desintegra libera radón al aire. El radón puede acumularse en espacios cerrados como las viviendas, especialmente en los sótanos o las plantas bajas. Los factores que influyen en la concentración de radón son el tipo de suelo, la ventilación, la construcción y el clima.

Aplicaciones del radón

A pesar de su peligrosidad, el radón tiene algunas aplicaciones beneficiosas en la ciencia y la industria. Por ejemplo:

  • El radón se utiliza como trazador para detectar fugas en tuberías o depósitos subterráneos. Al introducir una pequeña cantidad de radón en el sistema, se puede medir su presencia en el exterior con un detector y localizar el punto donde se produce la fuga.
  • El radón también se emplea como fuente de radiación para tratamientos médicos como la braquiterapia, que consiste en implantar semillas radiactivas cerca del tumor para eliminarlo con dosis controladas.
  • El radón sirve como indicador geológico para estudiar la actividad sísmica o volcánica. Al medir las variaciones en la emisión de radón desde el subsuelo, se puede predecir la ocurrencia de terremotos o erupciones con cierta antelación.
  • El radón también se usa como generador termoeléctrico para producir electricidad a partir del calor generado por su desintegración. Esta tecnología se ha aplicado en satélites espaciales o faros marítimos.

Salud

El radón se libera del suelo y pasa al aire (el agua también puede contener radón), donde se desintegra y emite otras partículas radiactivas que se inhalan y se depositan en las células que recubren las vías respiratorias. Estas partículas pueden dañar el ADN y provocar cáncer de pulmón.

El radón es una de las principales causas de cáncer de pulmón en el mundo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la proporción de los casos de cáncer de pulmón atribuibles al radón varía entre un 3% y un 14% según la concentración media de radón en el país y la prevalencia del consumo de tabaco. El riesgo de cáncer de pulmón es mayor para los fumadores debido a los efectos sinérgicos del radón y el tabaquismo.

La concentración de radón en el aire exterior es muy baja y no suele ser peligrosa. Sin embargo, en los espacios interiores, como las viviendas y los lugares de trabajo, el radón puede acumularse y alcanzar niveles más altos, sobre todo en los lugares poco ventilados. Los factores que influyen en la concentración de radón en los edificios son:

  • La cantidad de uranio presente en el suelo o en los materiales de construcción.
  • La permeabilidad del suelo y la presencia de grietas o agujeros por donde el gas pueda filtrarse.
  • La diferencia de presión entre el interior y el exterior del edificio, que puede favorecer la entrada o la salida del gas.
  • La temperatura, la humedad y la ventilación del edificio, que pueden afectar a la difusión y la dilución del gas.

Las concentraciones de radón en los espacios interiores pueden variar mucho según la zona geográfica, el tipo de edificio, el piso, la estación del año y la hora del día. Según el Ministerio de Sanidad, las zonas con mayor potencial de radón en España son Galicia, Castilla y León, Extremadura, Madrid y Cataluña.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que la concentración máxima de radón en el aire interior sea de 100 Bq/m3 (becquerelios por metro cúbico), que equivale a unos 0,00027 pCi/L (picocurios por litro). En caso de que se supere este nivel, se deben tomar medidas para reducirlo, como:

  • Mejorar la ventilación natural o mecánica del edificio.
  • Sellar las grietas o agujeros por donde pueda entrar el gas.
  • Instalar sistemas de barrera o depresión bajo el suelo o las paredes.
  • Utilizar materiales de construcción con bajo contenido en uranio.

La única forma de saber si hay radón en un edificio es midiendo su concentración con un detector pasivo o activo. Estos dispositivos se pueden comprar o alquilar en empresas especializadas o solicitarlos a organismos oficiales. Se recomienda realizar las mediciones durante al menos tres meses, preferiblemente en invierno, y colocar los detectores en las zonas más habitadas y cercanas al suelo.

Además del cáncer de pulmón, el radón también puede tener otras aplicaciones beneficiosas para la salud. En algunos países se utiliza como tratamiento de radioterapia para enfermedades como la artritis o el cáncer. En estos casos, los pacientes se exponen a bajas concentraciones de radón en balnearios o cámaras especiales, bajo supervisión médica. Se cree que el radón estimula el sistema inmune y tiene efectos antiinflamatorios y analgésicos.