85 Astato

At

Valencia: 
Estado de oxidación:	
Electronegatividad:
Radio covalente (Å):
Radio iónico (Å):
Radio atómico (Å):
Configuración electrónica:
Primer potencial de ionización (eV):
Masa atómica (g/mol):
Densidad (g/ml):
Punto de ebullición (ºC):
Punto de fusión (ºC):
Descubridor:

El astato, con el símbolo At y número atómico 85, es un elemento químico que despierta gran interés en la comunidad científica debido a su rareza y propiedades únicas. Este halógeno, el más pesado que se puede encontrar de forma natural en la Tierra, se produce a partir de la desintegración de elementos más pesados como el uranio y el torio.

Descubierto en 1940 por los científicos Dale R. Corson, Kenneth Ross MacKenzie y Emilio G. Segrè en la Universidad de California, Berkeley, el astato fue nombrado a partir de la palabra griega «astatos», que significa «inestable». Esta denominación es apropiada, ya que todos sus isótopos son radiactivos y tienen vidas medias cortas, siendo el astatina-210 el más estable con una vida media de 8,1 horas.

A pesar de su inestabilidad, el astato ha capturado la curiosidad de los investigadores por sus posibles aplicaciones en campos como la medicina nuclear y la química orgánica. En medicina, por ejemplo, se ha estudiado el uso del isótopo astatina-211 en la terapia radiactiva contra ciertos tipos de cáncer, aprovechando su capacidad para emitir partículas alfa.

Sin embargo, la producción y el estudio del astato presentan desafíos significativos. Debido a su corta vida media y su intensa radiactividad, es difícil obtener cantidades sustanciales para la investigación. Además, cualquier muestra macroscópica del elemento se vaporizaría inmediatamente debido al calor generado por su propia radiactividad.

Las propiedades físicas y químicas del astato aún no se conocen con precisión, pero se estima que podría tener un aspecto oscuro o lustroso y comportarse como un semiconductor o incluso como un metal. Químicamente, se han identificado varias especies aniónicas del astato, y muchos de sus compuestos se asemejan a los del yodo, aunque también muestra características metálicas y similitudes con la plata.

El astato también juega un papel en la investigación científica, especialmente en la física nuclear y la química, donde se utiliza para estudiar propiedades atómicas y reacciones nucleares. Además, en la química orgánica, se emplea como marcador en el etiquetado de moléculas para analizar su comportamiento.

A pesar de su potencial, el uso práctico del astato es limitado por su rareza y los peligros asociados con su radiactividad. La falta de disponibilidad en grandes cantidades ha restringido su aplicación en áreas fuera de la investigación especializada. No obstante, el astato sigue siendo un campo de estudio fascinante que podría desvelar más secretos sobre la naturaleza de los elementos radiactivos y sus aplicaciones en el futuro.

El astato es un recordatorio de que incluso los elementos más efímeros y esquivos pueden tener un impacto significativo en nuestra comprensión del mundo natural y en el desarrollo de tecnologías avanzadas. A medida que la ciencia avanza, tal vez descubramos más sobre este enigmático elemento y cómo puede ser utilizado de manera segura y efectiva para el beneficio de la humanidad.